viernes, 31 de enero de 2014

¡A las barricadas!


Ayer noche, en ‘El Intermedio’, tuve la oportunidad de disfrutar de la entrevista que Gonzo hizo al ginecólogo Josep Lluis Carbonell. ¿Por qué diablos no hablan TODOS los profesionales de este País tan claro como él?

¿Cuándo vamos, entre todos, a poner fin a este revival pseudofranquista PPero, con la connivencia de la oposición, PSOE a la cabeza?

¿Por qué tenemos que resignarnos a que nos gobiernen politicuchos neo-fascistillas y corruptos, apoyados (y apoyando a, claro…), en la Iglesia (¡que vivimos en un País aconfesional reconocido en nuestra Constitución!), los grandes empresarios, las grandes fortunas, los banqueros, los sindicalistas preñados de corruptelas, la Casa Real…

Necesitamos salir a la calle. Acabar con esta casta impuesta de forma y manera subrepticia. Vivimos en una falsa Democracia. Necesitamos una Revolución Social, Laboral, Cultural, Educativa, Sexual… ¡Y la necesitamos YA!

¿Cómo puede, aún, haber gente que piense que los partidos mayoritarios aportan estabilidad a nuestra sociedad? ¿Aún tememos una Guerra Civil? ¡ESTO ES RIDíCULO!

Necesitamos urgentemente una reforma de nuestra Constitución.

Una nueva Ley Electoral. No hace falta decir nada más al respecto.

Acabar de una vez por todas con esa institución desfasada que es la Casa Real. No quiero reyes. No los necesito para nada.

Nuestra Sanidad debe ser PÚBLICA. Llevamos mucho tiempo pagando por ello.

Nuestra Educación, PÚBLICA, debe estar por encima de todo. Un Pueblo culto es un Pueblo que sabe lo que quiere. Un Pueblo que no se va a dejar convencer tan fácilmente como el nuestro lo ha hecho.

Creo firmemente en el sindicalismo; en uno moderno, no del que nos venden CC.OO. y U.G.T., caduco, trasnochado, de postguerra. De hecho, estoy sindicado, pero a uno independiente. No podemos consentir que nuestros sindicalistas anden tirando de visa a costa de nuestros impuestos. Un Sindicato que se precie de defender al trabajador NO PUEDE VIVIR DEL ESTADO. Ni debe. Es una cuestión moral. Debe subsistir del aporte de sus afiliados.

Tenemos que acabar de una maldita vez con el papel predominante de la Iglesia. Estos adoctrinadores baratos de sotana, pan ácimo y vino de domingo a las doce, deben quedarse en sus templos, que es dónde deben están. Calladitos están más guapos. Y que, si alguien quiere seguir su ejemplo, sus enseñanzas, que lo haga. En sus iglesias y colegios. En los míos, pagado con mis impuestos, ¡NO!

Y no temamos a convocarnos a través de las redes sociales. No tengamos miedo a manifestar nuestras inquietudes en las calles. QUE A TODOS NO NOS PUEDEN METER EN LA CÁRCEL.
No permitáis que os vendan que la Derecha atrae y conserva el capital, la inversión. Es la estabilidad de un país la que permite que eso ocurra.

Lamentablemente, tenemos una Generación, casi dos, prácticamente perdida. No les interesa el ejercicio del juego democrático. No existen opciones válidas. Ni para mí. Hagámoslo, entonces, por los más pequeños, por los que, aún, no han nacido. Por su futuro.

Unidos somos más fuertes. Debemos levantarnos de nuestros sillones, sacudir nuestras cabezas, el polvo acumulado en nuestro cerebro luego de tanto tiempo adocenados. Salir a la calle. Y saber gritar ¡BASTA! Por nuestro bien común. Y por su mal. El de ellos. Se lo merecen. Que los perdone su dios. Yo, no pienso hacerlo.

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