Como el todo el mundo, los viejos
amigos tienen sus buenos y malos momentos. Y es curioso que, una vez que 2013 se ha marchado, como cuando los
viejos amigos, los de corazón de oro, lo hacen para no volver, lo eche de menos…
Lo cierto es que nuestra relación no empezó demasiado bien. Tampoco continuó, como
para arrojar pétalos de flores a su paso, cuál guerrero victorioso. Sin
embargo, poco antes de despedirse, tuvo un detalle que hará que jamás pueda
olvidarle. Y aunque su partida ha sido muy triste para mí, en el palacio de mi
memoria y en mi maltrecho corazón siempre habrá un lugar para Él.
…Hace bien poco, conocí a un tipo
que, creo, pretende ser amigo mío. Apenas sé nada de él, tan sólo su nombre, 2014. Como no soy nada desconfiado,
pienso que debo darle una oportunidad. Lleva poco tiempo entre nosotros y, aún,
es pronto para juzgarlo. No sé si me pedirá ‘algo’ a cambio de mi amistad. Yo,
que en cuestiones del ‘cuore’ lo doy
absolutamente todo, no pienso
exigirle nada. No es mi estilo. No le pediré que mi muerte, si llega, la muera
conmigo, como yo no pienso morir la suya con él. Pero eso sí, mi paciencia, y
tengo mucha, no es infinita…
No sé, no creo en adivinaciones; la Mística se perdió en la Noche de los Tiempos para no volver. Sin embargo, tengo la impresión de que me va a ir bien con mi nuevo amigo. Así, pues, daré ‘tiempo al Tiempo’, aunque no demasiado.
No sé, no creo en adivinaciones; la Mística se perdió en la Noche de los Tiempos para no volver. Sin embargo, tengo la impresión de que me va a ir bien con mi nuevo amigo. Así, pues, daré ‘tiempo al Tiempo’, aunque no demasiado.
Y, si me equivoco, ordenaré que me encadenen dentro de un baúl que cerrarán con llave y tirarán al mar más profundo y desconocido. A fin de cuentas, ¿alguien se acordará de mi cuándo ya no éste? Y, si existe ese ‘alguien’…, ¿cuánto tiempo durará el recuerdo? Mientras tanto, sólo me queda aguardar, expectante, el paso de los días…