miércoles, 19 de febrero de 2014

Solución a lo de ayer...

Y estos son los temas y las bandas, por orden de escritura, claro...


Tomorrow Just Another Day - Madness.
In Between Days - The Cure.
Hurt - Johnny Cash.
With Or Without You - U2.
Who’ll Stop The Rain - Credence Clearwater Revival.
Pretty in Pink - Psychedelic Furs.
Nights In White Satin - The Moody Blues.
When I Dream - The Teardrop Explodes.
Every Breath You Take - The Police.
Wish You Were Here - Pink Floyd.
Love Will Tear Us Apart - Joy Division.

martes, 18 de febrero de 2014

Toma unas tijeras...


Al igual que recomendara Tristán Tzara en 'Siete Manifiestos Dadá, 1924', esto es un ejercicio similar aunque, digamos, 'más bajo control'. Y sin tijeras, que las armas las carga el Diablo...

He tratado de llevar a cabo un ejercicio que, a una idea que surge de un sentimiento, sume trozos de letras de algunas canciones que me gustan. Y que acabe teniendo el sentido que buscaba, por supuesto. El asunto está en averiguar cuáles y de quiénes son. No es difícil pero, para facilitar las cosas, aportaré la traducción al español. ¡A ver qué tal se os da...!


Tomorrow just another day.

Yesterday I got so old, I felt like I could die.
I hurt myself today to see if I still feel. I focus on the pain the only thing that’s real.

My hands are tied, my body bruised. She's got me with nothing to win and nothing left to lose.
Clouds of mystery pouring confusion on the ground.

All of her lovers all talk of her notes and the flowers that they never sent.
Letters I've written, never meaning to send.

Here you come again playing with my feelings. There you go again playing with my heart.
How My Poor Heart Aches With Every Step You Take!
Wish you were here!
Then love, love will tear us apart again.


Mañana será otro día.

Ayer me puse tan viejo, sentí que podría morir.
Me hice daño a mí mismo hoy para averiguar si todavía sentía algo. Me centré en el dolor, la única cosa que es real.

Mis manos están atadas, mi cuerpo magullado. Ella me tiene, sin nada que ganar y nada que perder.
Nubes de misterio sembrando confusión sobre la Tierra.

Todos sus amantes hablan de sus notas y las flores que nunca enviaron.
Las cartas que he escrito parecen no enviarse nunca.

Aquí llegas de nuevo jugando con mis sentimientos. Ahí te vas de nuevo jugando con mi corazón.
¡Cómo duele mi pobre corazón con cada paso que das!
¡Cómo desearía que estuvieras aquí!
Entonces, el amor, el amor nos separará de nuevo.


(Más tarde, la solución...)


lunes, 17 de febrero de 2014

Destino.

Un día cualquiera, sin tipo alguno de pretensión. Nublado. De otoño. Como cualquier otro sábado. Como otro sábado más. Me levanto, voy al baño y saludo con desgana a ese tipo al otro lado del espejo al que, las más de las veces, ni reconozco. Desayuno. Repaso las últimas noticias. Hago cuatro cosas en casa, no más de lo necesario. Afeitado, lavado de cabello, ducha. Me arreglo. Salgo a la calle. Sin más. La misma rutina. Como siempre.

Medito mientras paseo, costumbre peripatética, aristotélicamente mía. Prensa. Las dos de la tarde. Cervezas y comer algo (otro mal hábito, ¡qué le voy a hacer…!), charla intrascendental ‘medio mediante’. Un par de copas. Las seis. A casa.

¡Odio los sábados por la noche…! Mis amigos insisten en eso de que ‘nunca salgo un sábado; ni a ver el fútbol’ y que ‘cómo hoy no salga a ver el partido, que es temprano, aparecerán por casa y echarán mi puerta abajo’… Insistencia feroz. Son muy capaces. Prometo volver y me largo.

Siesta. Tarde para el partido. Aseo despabilante. Volver a vestirme. Salir pitando. Llegar, saludar, pedir una cerveza, dejarla sobre una mesita. Disponerme a sentarme y ver al Madrid.

Aparecer ella, pequeña y hermosa, con su gente. Cruzar nuestras miradas. Sonrisa radiante. Mirada de Sol de Verano al medio día. Saludar con un sincero ‘¡Hola, preciosa!’, dos besos de rigor. Preguntarme ‘¿Tú sin pañuelo al cuello?’. No darme tiempo ni a aclarar que he salido corriendo por ver el maldito partido. Quitarse un pañuelo gris perla de su cuello suave y anudarlo al mío, ‘para que cuides tu garganta’. No soltarlo. Tirar del pañuelo hacia abajo. Decirme al oído ‘¡Hum, que bien hueles! Te comería enterito ahora mismo. Te haría perrerías. Vamos a tu casa…’. Cogerla de la mano. Marcharnos. Juntos. Silencio durante el camino.

Sorpresa. Afirmando la inescrutabilidad del destino. Deseada. Desde la vez primera en que la vi. De futuro improbable. Marcando el comienzo de una época. De otra. ¿Con punto y…?

Nada más que contar. Vidas privadas.

Transcurre el Tiempo. No importa cuánto. Nueva herida en mi corazón. No pasa nada. Nunca el Olvido.

Vuelta a lo mismo.

Un día cualquiera, sin tipo alguno de pretensión. Nublado. De otoño. Como cualquier otro sábado. Como otro sábado más. Me levanto. La echo de menos. Como cualquier día. Como otro día más...