Mis Temas Favoritos Del 80'

Tema		Intérprete
Private Idaho		B-52'
Nowhere Girl		B-Movie
Sara		Bob Dylan
Hungry Hearth		Bruce Springsteen
Sherry Darling		Bruce Springsteen
The River		Bruce Springsteen
Ashes To Ashes		David Bowie
Kill The Poor		Dead Kennedys
Geno		Dexy's Midnight Runners
Romeo And Juliet		Dire Straits
Tunnel Of Love		Dire Straits
The Pictures On My Wall		Echo & The Bunnymen
Elvis Should Play Ska		Graduate
Atmosphere		Joy Division
Love Will Tear Us Apart Again		Joy division
Chica De Ayer		Nacha Pop
Enola Gay		Orchestral Manoeuvres In The Dark
Biko		Peter Gabriel
Another Brick In The Wall		Pink Floyd
Brass In Pocket		Pretenders
Johnny & Mary		Robert Palmer
Over You		Roxy Music
Underwater Moonlight		The Soft Boys
Poppies (Are In The Field)		The Teardrop Explodes
Reward		The Teardrop Explodes
Treason		The Teardrop Explodes
When I Dream		The Teardrop Explodes
Heartattack And Vine		Tom Waits
Jersey Girl		Tom Waits
Vienna		Ultravox

Gloria Grahame.

Gloria Hallward nace en Los Angeles, California, un 28 de Noviembre del 23’. Su padre, Reginald Michael Bloxam Hallward, arquitecto, escritor y descendiente del Rey Eduardo III. Su madre, Jeannie McDougall que usa el nombre de artístico de Jean Grahame, actriz británica y profesora de teatro, enseña el oficio a Gloria durante su niñez y adolescencia.

Muy pronto, Gloria firma un contrato con MGM, luego de que Louis B. Mayer la ve actuar en Broadway.

Cambiando su nombre por el de Gloria Grahame, debuta en el film Blonde Fever –Richard Whorf–, (1944).

Más tarde, anota uno de sus más ampliamente elogiados roles, el de la promiscua Violet, rescatada de la desgracia y la deshonra por George ‘James Stewart’ Bailey en It's A Wonderful Life –Qué Bello Es Vivir, Frank Capra–, (1946). MGM no puede desarrollar su potencial como estrella y su contrato es vendido a RKO en el 47’.

La Grahame se mueve como pez en el agua en el Cine Negro, en el que destaca a menudo con su rol de deslucida belleza cargada de un irresistible atractivo sexual. Durante este tiempo, rueda varios films para diversos estudios hollywoodenses. Recibe una Nominación al Oscar a la Mejor Actriz De Reparto por Crossfire –Encrucijada De Odios, Edward Dmytryk–, (1947).

La Grahame protagoniza junto a Humph rey Bogart el film In A Lonely Place –En Un Lugar Solitario, Nicholas Ray–, (1950). Su actuación genera un considerable número de elogios. Sin embargo, aunque hoy está considerado uno de sus roles más destacados, en su día no ayudó para nada a su carrera. No fue un éxito de taquilla y Howard Hughes, dueño de la RKO, llega incluso a admitir que nunca debió darle el papel protagonista.

Cuando pide ser cedida a Columbia para protagonizar Born Yesterday –Nacida Ayer, George Cukor–, (1950) y a Paramount para lo mismo en A Place In The Sun –Un Lugar En El Sol, George Stevens–, (1951), Hughes se niega y la hace interpretar un papel secundario en Macao –Una Aventurera En Macao, Josef Von Sternberg–, (1952). Poco después, gana el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por su rol en The Bad And The Beautiful –Cautivos Del Mal, Vincente Minnelli–, (1952).

La Grahame gozó de otras interpretaciones memorables, como la de Irene Neves en Sudden Fear –David Miller– (1952), Vicki Buckley en Human Desire –Deseos Humanos, Fritz Lang–, (195 3) o Debby Marsh en The Big Heat –Los Sobornados, Fritz Lang–, (1953) –quién no recuerda esa escena escalofriante en la que muestra las cicatrices que le han quedado en su rostro ‘gracias’ al café caliente que Lee Marvin le arrojó…

A menudo se ha comentado que no era nada fácil trabajar con Gloria. El declive de su carrera comienza con su inusual y quijotesca intervención en el exitoso film musical Oklahoma! –Fred Zinnemann–, (1955). Ello, unido al declive del Cine Negro, nada diabólico, aunque demasiado travieso para ser considerado ‘bueno’, supone el principio del fin.

Retorna poco a poco al teatro, aunque vuelve de vez en cuando a interpretar roles secundarios en algunos films y en televisión, incluso en un episodio de la comedia de situación de la ABC, Harrigan And Son –Harrigan E Hijo.

Nada hemos hablado de su vida personal que, como podéis suponer, fue tormentosa, acorde con su rol de ‘femme fatale’: romances escandalosos, matrimonios fallidos, problemas de custodia de sus hijos…, todo lo cual afecta a su carrera profesional. Sus ‘familias’: Stanley Clements (1945-1948); Nicholas Ray (1948-1952), 1 hijo; Cy Howard (1954-1957), 1 hijo; Anthony Ray (1960-1974) 2 hijos.

En el 80’ se le diagnostica cáncer de estómago. Gloria, fiel a su carácter, se niega a la cirugía, insistiendo en que no padece esa enfermedad. En el 81’ viaja a Inglaterra para actuar en una obra de teatro. Una perforación de estómago hace que los líquidos se derramen y le perforen, a su vez, el intestino; todo se sabe luego de que Gloria se desmaye durante uno de los ensayos de la obra… Idas, venidas… Peter Turner oye la noticia mientras que está alojado en un hotel en Lancaster y, acompañado por miembros de su familia, aloja a la Grahame en su residencia familiar de Aigburth, Liverpool, donde se encargan de ella hasta que algunos de sus hijos llegan y la conducen de vuelta a New York donde, el 5 de Octubre del 81’, fallece.

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Gloria Grahame posee su estrella en el 6522 del Hollywood Walk Of Fame, en Hollywood Boulevard, por su contribución al Cine.

Un post al margen de lo habitual.

Los que me conocen saben que, a veces, muy de cuando en vez, me gusta dejarme llevar por lo que sueño –en el pasado, lo hacía con cierta habitualidad…, pero ésta no es buena política... Y ésa es otra historia.

Siempre recuerdo lo que sueño, aunque haya tenido siete diferentes durante la noche anterior… Incluso guardo en mi memoria muchos de cuando aún era pequeño. Es más, con un detallismo nada corriente… Y no, no se trata de un relato de mi invención.

Pues bien, en la noche de ayer tuve uno –otro más– muy curioso:

Andaba por una ‘especie’ de zona residencial, entre chalets de cierto de nivel y zonas ajardinadas y pobladas de árboles y arbustos. Era de noche. Concretamente, la del 31 de Diciembre de 2009… Deambulaba en solitario, entre gente que iba y venía, celebrando el final de año –era bastante tarde; hacía tiempo que la medianoche había pasado, aunque no puedo precisar la hora con exactitud.

En mi camino, encuentro a 3 chicas: una es una buena amiga, aunque está extremadamente delgada –sus mejillas se ven hundidas; nos damos un abrazo y desaparece entre los míos diciéndome 'Me alegra verte'–, va vestida con un pantalón negro, una blusa blanca y un suéter rojo; parece que sentimos ‘algo’ el uno por el otro. Otra, bastante pequeñita y un poco regordeta –una mujer ‘hobbit’, como sacada del Universo Tolkien–, absolutamente desconocida, que creo es una representación de alguna mujer de mi pasado lejano –y no recuerdo quién–. De la tercera, ni la más remota idea… Y, bueno…, hablo un poco con ellas y, de pronto, un amigo me distrae el tiempo suficiente como para que las pierda de vista. Dejo a mi amigo y, un poco más adelante, me las encuentro. Están sentadas oyendo los consejos de un tipo desconocido que les dice, más o menos, lo siguiente:

- Debéis acostaros con quién queráis. Recordad que aún no buscáis marido, sólo ‘novietes’ temporales y debéis aprovechar vuestro tiempo.

La ‘chica-hobbit’ comenta que, entonces, qué pensaría su futuro marido si, algún día, luego de casados, se enterase de que ella se había llevado a la cama a media ciudad.

El desconocido argumenta que no ocurrirá nada. Todos, hombres y mujeres, comprendemos que hay un tiempo que debemos dedicar a la búsqueda… Y ello conduce a la promiscuidad. Así pues, concluye con que deben aprovechar no sólo esa noche sino todas las noches hasta el momento en el que decidan ‘sentar la cabeza’…

La 'chica-hobbit' me ve llegar y dice:

- Quiero acostarme contigo. Deja que te lleve de la mano a mi casa.

Sin permitirme argumentar nada al respecto, me toma de la mano y me hace entrar en una casa cercana. Llegamos a una amplia sala que se encuentra en penumbra. Restos de comida y bebida, platos, vasos y botellas sobre una mesa bastante grande… Y un montón de habitaciones con las puertas abiertas en las que se aprecia gente durmiendo. Seguidamente, me conduce a una habitación a oscuras y me señala la cama en la que pretende ‘consumar lo que da por sentado’; piensa que yo voy a decir que sí… Pero no… Y mucho menos con gente durmiendo en otras camas situadas en la habitación.

Salgo de allí, sin prisa pero sin pausa. Fuera, la gente sigue con su celebración. Veo a la otra chica y ya no está tan delgada; ahora está como siempre, estupenda. No recuerdo exactamente de lo que hablamos, aunque nos miramos y tocamos con mucha confianza sin que constituyese nada sexual. De pronto, el exterior de la casa cambia. Ya no es un jardín. Todo se ha convertido en una especie de hipermercado, una gran superficie o un gran almacén. La gente sigue de fiesta. Damos un paseo por allí. ‘Alguien’ me reta a subirme encima de una cornisa que se encuentra muy alta y a que me tire desde allí y caiga de pié. Comienzo a subir y a saltar por encima de cajas y plataformas, cuidando de que no me vean los que se encuentran en una especie de mesa-mostrador a la entrada. Llego arriba, salto al vacío, doy una par de giros y, efectivamente, caigo de pié sin que me haya ocurrido nada. La chica me da un beso y me felicita.

Un chico viene con la prensa del día siguiente –cabe recordar que sería el 1 de Enero y ese día no hay prensa–. Me piden que eche un vistazo a las páginas deportivas y mire como ha quedado un determinado partido –que ni equipo no juega–. Abro un plástico, aparto unas revistas de las típicas que regalan con la prensa –hay una de ‘El Mueble’ y un par de cómics de Batman–. Las mencionadas páginas son ‘algo extrañas’, con mezcla de equipos de varias divisiones, algunos desconocidos… El resultado, 4–0… Y suena el despertador.

Mientras me afeito, como cada mañana, oigo la radio. Curiosamente, el partido al que hace referencia el sueño –que no vi y del que desconocía el resultado– terminó con el resultado de 4–0. Además, llevo soñando con el número 4 bastantes días. Sé lo que significa desde el punto de vista de la numerología; creo que incluso conozco lo que significa el resto del, sueño, pero no deja de ser extraño todo esto del número 4… Ya me faltan menos para tener los de alguna lotería que me haga, por fin, millonario y me permita dedicarme por entero a lo que realmente me gusta:

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La Música, El Cine, La Literatura, La Pintura, Las Mujeres… Y, obviamente, mi blog (aunque no necesariamente por este orden).

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