miércoles, 30 de septiembre de 2015

Una Nueva vida.

Vivir un no vivir.
Conseguir olvidarse de todo y de todos.
El no-existir ya más tu miserable vida.
Navegar por dos aguas anclado en mar alguno.
Y flotar en el limbo…



Dormitar la frontera entre el Bien y entre el Mal.
Placer por un minuto fugaz como un minuto.
Luego, soñar. Sin recordar la Nada.
Sin recordar la Nada, nada de lo soñado.

Sólo la Nada. Nada…

Sólo la Nada atrás, sólo la Nada al frente.
Y al Despertar, la Nada.
Sólo tú y tu con(s)ciencia de ser/no ser quien eres.


Una píldora, sí. Una ‘simple’ habichuela.
Tan mágica que a Jack le habría dejado mudo.
Un éxtasis impávido, flemático, hierático…
…Y volver a empezar, comenzar desde cero.

Flotar en un placer instantáneo y efímero
y, luego…, luego, Nada. Nada. Contadores a cero.

Darías todo lo tuyo, sí. Lo tuyo y lo que fuera.
Todo lo que no tienes tan sólo por lograrlo.
¡La vida si es preciso! ¡Y cuántas veces fuera!
Primero, de los otros. Luego, sin vacilar, la tuya.

Transportado a otro Mundo, un Nuevo Ser de nuevo.
La posibilidad de comenzar naciente,
insólito, novel, estrenado, lozano.



El precio, sí, una vida. Y comenzar de Nuevo.
¿Lo harías? ¿Sí? ¿LO HARÍAS?
¿Tomarías la droga que lo hiciera posible?
¿Apretar un botón sin importar a qué,
a cuál o a quién demonios pase lo que le pase?
¿Por comenzar de nuevo? ¿De verdad que LO HARÍAS?

Un Nuevo Mundo, ¡SÍ! Tu Nueva Realidad.
¡YO, SÍ, SÍ, SÍ, SÍ, SÍ, SÍ, SÍ, SÍ QUE LO HARÍA!
Y vosotros, también. ¡TAMBIÉN, no lo dudéis!
Sobre todo, vosotros que me decís que NO,
porque, ¡al fin y a la postre! es comenzar de Nuevo.

Recordadlo, un botón. Apretar un botón.

Y comenzar de Nuevo.


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