martes, 7 de octubre de 2008

El Mitos y el Logos

Hace unas semanas, tras una noche de copas, mi buen amigo Antonio me dijo: 'Miguel, necesitaría reforzar una idea del temario de Filosofía, concrétamente El Mitos y el Logos para la prueba de acceso a la Universidad. Estoy bastante perdido y no doy una, tío...'. Bien, dicho y hecho. Llegué a casa, creo que sobre las 4 de la madrugada y, entre vapores etílicos, recopilé una serie de ideas que, según me centraba –lo de centrarme es una broma, por supuesto– venían a mi consciente y, tal cuál, le envié este email. Espero que os guste.

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Suele decirse (entre los que no saben lo que dicen) que la Filosofía (del griego –qué curioso, ¿no?– Phylos amor– y sofia –de sophos, sabio, es decir sabiduría–… En fin, sumar sabemos todos…, aunque como diría mi ya desaparecido –y siempre querido– maestro, “prefiero hablar de amigo de la sabiduría antes que de amante de ella… Eso es algo mucho más serio…”) parte del discurso de Heráclito acerca del logos… Bueno, teorías, como la de la conspiración, hay muchas (demasiadas, creo) pero quién piense esto tampoco anda muy lejos de la “verdad”… Lo único cierto es que, Filosofía, es “una forma de pensamiento que inventaron los griegos como VII Siglos A D C, es decir, Antes De HeráClito –…vale, II antes de él… ¡Pero VII Antes de Cristo! –si existiera o “existiésese”, pero bueno…).

“Inventor” del logos (del griego λóγος: razonamiento, argumentación, habla, discurso... ¿Debe ser entendido como inteligencia, pensamiento, ciencia, estudio, sentido?... Realmente, logos significa “inteligencia pura del hombre”), Heráclito de Éfeso pensaba que el mundo procedía de un principio natural, el fuego, metáfora del movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo, el cual se halla –como el fuego mismo– en permanente movilidad, fundamentado en una estructura de contrarios, origen de todas las cosas.

Este logos no sólo gobierna el devenir del mundo, sino que le habla (indica, da signos) al hombre, aunque la mayoría "no sepa oír ni hablar". El orden real coincide con el orden de la razón, “una armonía invisible, mejor que la visible", aunque él mismo se lamente de que la mayoría de las personas vivan relegadas a un mundo propio, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no desdeña el uso de los sentidos (al igual que mi adorado Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia (mucho ojito a la caverna).

Heráclito utiliza esta palabra en su teoría del ser, diciendo: "No a mí, sino habiendo escuchado al logos, es sabio decir junto a él que todo es uno". Tomando al logos como la gran unidad de la realidad, Heráclito pide que la escuchemos, es decir, que esperemos que ella se manifieste sola en lugar de presionarla (debemos “oír” a nuestra inteligencia -¿puede hablarse de la voz de la conciencia o de la de la inteligencia…?).

El ser de Heráclito, entendido como logos, es la Inteligencia que dirige, ordena y da armonía al devenir de los cambios que se producen en la guerra, que es la existencia misma. Se trata de una inteligencia sustancial, presente en todas las cosas. Así pues, cuando un ente pierde el sentido de su existencia, su pensamiento se aparta del logos. (¿conciencia de existencia?).

Al uso de los sentidos y de la inteligencia, hay que agregarle una actitud crítica e indagadora. La mera acumulación de saberes no forma al verdadero sabio porque, para Heráclito, lo sabio es "uno y una sola cosa", es decir, la teoría de los opuestos.

¿Y el Mhytos…? ¡Ah…!, que también debo hablar de él… ¡Acabáramos…! Bueno, vamos allá… Del griego μθος, hace referencia a relatos de carácter sagrado que resultan, siempre, fruto de una creación colectiva. Construcciones complejas, que se refieren (por lo general) a una historia sagrada que narra acontecimientos sucedidos durante un tiempo primordial (la edad de oro o el tiempo en el que todo comenzó). Pero a su vez, el mitos representa una historia simbólica cuya alegoría refiere acontecimientos de la naturaleza que se repiten periódicamente. De esta periodicidad da cuenta la particular estructura cíclica del relato mítico.

El mitos tiene su origen en relatos orales, cuyos detalles varían a medida que estos son transmitidos de generación en generación, dando lugar a diferentes versiones. En las sociedades que conocen la escritura, el mitos ha sido objeto de reelaboración literaria, ampliando, así, su arco de versiones y variantes (y, por supuesto, no vamos a hablar del mito y la magia… es algo obvio y no voy a caer en ello)..

Bueno y, como se trataba de aclarar qué diablos es eso de del mitos al logos, vamos allá… Sin pecar de pedantería y, citando a Guthrie, podría decirse que tal paso “se produjo cuando empezó a cobrar forma en las mentes de los hombres la convicción de que el caos aparente de los acontecimientos tiene que ocultar un orden subyacente, y que este orden es el producto de fuerzas impersonales” (¡qué bien he quedado!)… ¡Ah!, que debo dar otro tipo de razones “más convincentes”… Supongo que te servirá eso de la conjunción de los factores sociales:

.....- Fin de la monarquía micénica y cambios sociales correspondientes.

.....- Ausencia de castas sacerdotales entre los griegos del S. VI A.D.C.

.....- El afán sistematizador de Hesíodo y la influencia de los saberes de otros pueblos.

.....- La situación geográfica de Jonia en un cruce de civilizaciones.

Todo eso lo que permite entender el paso del mitos al logos, en el que jugó también un papel importante el desarrollo de una escritura alfabética, todo sea dicho: el paso de la cultura popular (parafraseando a José Luis Pardo –sí el autor del libro que últimamente me acompaña, como sabes– a la de primer nivel, de lo oral a lo escrito, de los cuentos del mundo antiguo, de boca en boca, a la aplicación de la escritura, de la conciencia de la inteligencia como tal).

A partir de aquí, te dejo solo para que pienses un poco…

…Espero haberte servido de ayuda.

· PS: Nótese que he dejado a un lado “tecnicismos” del tipo physis (naturaleza), arke (elemento –o elementos– primigenio del que todo parte)… Chulerías las precisas…



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