A
veces siento que, como en la cinta de Branagh del 95', desearía estar 'In The
Bleak Midwinter'. Por mucha energía que me aporte, por muy necesitado que esté
de Él, no puedo evitarlo: el Sol me cansa.
Su maldita luz obliga a mis ojos a entrecerrarse, incluso llevando protección, hasta tal punto que me asemejo más a una especie de cruce entre un oriental híper alérgico fumado y un boxeador al que le hubieran propinado la paliza de su vida, que a esta suerte de celta de ojos azules que soy.
Abrasa mis neuronas (que no mi piel; no cuento entre mis hábitos el de exponerme a esa fábrica de laceraciones que, a la postre, más mal que bien acaban) hasta el punto de no poder pensar con claridad hasta que no desaparece por el horizonte. Y, a veces, ni aun así.
Y ahí vuelve, siempre, el muy ladino, hiriendo cada milímetro de mis pupilas, logrando que cada centímetro de mi ropa arda, haciéndome caminar con la cabeza gacha, día sí, día también. Maldiciendo, ¡cómo no!, su estampa a cada paso...
...Perlando ligeramente mi frente de minúsculas gotas de sudor. Y acelerando mi pulso. Siempre. Sin embargo, no lo culpo de esta última vez. Día tranquilo, noche apacible, madrugada fresca y virgen de sueño. Quizá la energía acumulada de tantos meses de calor fuera la artífice. O mi carácter. O ambos. No lo sé. Nadie puede saberlo. Despierto aún, sólo las 3 y 23 de la madrugada del domingo pasado cuando mi pulso saltó, se disparó. Como correr la maratón de Roma en agosto. Salvo que sin moverme de la cama...
...Dejé transcurrir las horas, amigo de pensar que el Tiempo lo cura todo. Pero no... No en esta ocasión. Al fin y a la postre, nada que no solucione un día en Observación, tranquilizantes, oxígeno, unos pinchazos y algo que desconocía, amiodarona, creo que lo llaman. Morir un par de veces, aún por unos segundos fue divertido y algo angustioso. ¡Bah!, todo queda en una arritmia y una visita al cardiólogo. Nada del otro jueves. 'Arritmia'... ¡A mí, que tengo un sentido del ritmo poco corriente por excepcional...! Y, no, 'no tengo abuela...'
Apodado el 'Astro Rey'. Quizá sea por eso, por lo de 'ir de estrella' y por lo de 'Rey' por lo que no me cae bien. No comulgo con aquéllos que van de lo primero y, mucho menos aún, con los que llevan corona. ¡Ni con los de Oriente, vamos!
Supongo que, cuando vaya al Infierno, lo tendré claro (a menos que el 'mío' sea de hielo; si así fuera, copa ancha de cristal y un pelín de J&B y Pepsi no vendrían naaaada mal...). Si bien, ahora que me doy cuenta, quizá no debiera haber hecho méritos para que me tocase una lotería como ésa. ¡Pero he comprado tantos billetes a lo largo de mi vida...! Porque así lo he deseado. Hágase, entonces, mi voluntad. Al menos, por una vez. Que ya va siendo hora. Por eso sé que ésta que ha sonado no era la mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario